jueves, 2 de octubre de 2008

Una historia...

Esta noche te voy a contar una historia. No son las líneas más tristes de Neruda ni la historia de un sueño de Borges. No es más que una historia de amor. Es la historia de Penelope que desperto un dia lejos...tan lejos de lo que siempre quiso. Y sí, lloró...y sí, se desesperó. Pero Penélope también entendía imposibles y tenía que dejar de querer, de soñar y de ser. Preferiría entonces hacer lo correcto aunque eso correcto fuera lo más difícil. Tomar su corazón palpitante, vivo, brillante y ponerlo en otro lugar. En otro lugar, en otro rincón. Tal vez no a salvo pero lejos. Finalmente lejos. Ella no estaba muy segura de nada excepto de que ya no debía aferrarse........................Ella quiso contar esta historia de dolor, de vigor, de imaginación y de olvido. Ella se quitó la benda, la tiró al piso y decidió terminar con su vida. No porque fuera insoportable, no porque ya no quisiera levantarse todos los días, no porque su corazón no palpitara. Todo lo contrario, con tanto dolor palpitaba más fuerte que nunca. Ese día Penélope quiso irse pues sabía que podría reinventarse, convertirse en aire que alguien pueda respirar, fsonrisa, tomar forma de canción, de poema, de recuerdo y de historia. Esta es la historia...

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