jueves, 2 de diciembre de 2010

Sombra sin nombre...

Más allá de las razones para estar o no estar, de las ironías del destino de juntarnos cuando no estabas y sentir que estabas más allá de la cruel realidad. Más allá de la verdad, de las mentiras? Más allá del dolor y del llanto. Más allá de lo cotidiano…de los cambios, de lo pasajero y lo rutinario…Más allá de todo eso me pregunto si esta duda, si esta impotencia alguna vez tomará forma de abrazo. Tomo ambos lados de mi cara con mis dedos ansiosos y me pregunto si algún día, viéndonos a los ojos, nos podremos dar cuenta de la inmensidad de sentires y de la profundidad del “no olvido”. He escrito tanto! He llorado tanto! He dicho tanto ya! Pero sigo sintiendo la necesidad de escribir, llorar, preguntarme, desear y querer.
He de contarte que ya llegue a una determinación: de todo mi pasado me quiero olvidar> mis dolores más profundos soltar en canciones de una guitarra. Aunque, bueno, aún no he aprendido a tocar. De todo mi pasado quiero desprenderme, soltar las amarras, vivir el presente. De todo mi pasado quiero prescindir, que se vuelva un saludo en la calle, cortesía andante y pronta despedida. De todo, todo mi pasado me quiero olvidar MENOS DE TI. POR QUE? Me aferro a tu recuerdo como un náufrago en medio de un océano interminable. Me aferro a ese recuerdo porque me has dado vida en momentos donde creí desfallecer. Me aferro a lo que has sido para mí todo este tiempo y a la “olla de carne” y a un “tal vez”. Me aferro a la imagen, los recuerdos del mejor tiempo de mi vida. Me aferro a vos al dormir, siento tu perfume, tus caricias suaves y de pronto, como una tonta, me vuelco en llanto al ver que en realidad abrazaba tu ausencia. Me aferro a vos al caminar, te tomo de la mano, el viento, la brisa, el sol y los pájaros tienen tus palabras que me acompañan y me dan coraje para enfrentar el día. Justo al final del día, cuando me acerco a dibujar tu sonrisa con mis labios, me descubro incapaz… Te desvaneces en mis manos. No eres más que una sombra, una sombra de bella claridad desvaneciente.
Termino diciendo que necesito decirte que te quiero. No prometo olvido, ni una simple amistad. Después de todo sigo siendo una mujer queriendo abrazar a una sombra que ya no tiene nombre…

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