Nathalia,
Te amé con el alma y sin mucha razón. Te amé al leerte y al escucharte, sin verte, sin entender, sin cuestionar. Me equivoque enn mil cosas. Te solté antes de tiempo, corrí a ocultarme en los brazos del olvido. Y como siempre pasa cuando una hace eso, volví a buscarte. Te búsqué una y mil veces. Aún te busco en noches frías de soledad. Aún te llamo. Aún te lloro. Aún te escribo. Aún añoro ese para siempre que no fue. Añoro todo lo que dibujé en mi mente, la vida, los amaneceres. Perdoname, por favour perdoname por haber tenido el coraje a destiempo. Por haberme rendido sin rendirme nunca. Perdoname por el falso olvido disfrazado de silencios. Perdoname la distancia. Una vez más me digo que te suelto. Te suelto, mi bella mujer. Te dejo ir con amor de la mujer que más que he amado en mi vida. Te dejo ir porque veo que ya no te sobran palabras ni pensamientos hacia mí en tu mundo. Que tu Dios te cuide. Que tengás mucha luz de esa que repartes con tus ojos hermosos de color profundo. Te suelto y me suelto con mil bendiciones de esas que se le desean a quien fue mil bendiciones en mi vida. Te amo, me dejo amarte y te dejo ir, mujer de mil nombres y mi corazón.
Becky
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